La publicidad es una disciplina, por lo menos, retadora: requiere la capacidad de informar, sorprender, cautivar y, si no fuera suficiente, persuadir una acción a través de un mensaje específico. Y todo eso, en un mundo en el que es cada vez más difícil destacar, ya que un mensaje debe competir con los miles de anuncios que navegan diariamente en el internet con el mismo propósito.
En ese contexto, las nuevas herramientas en la publicidad ya no son solo una estrategia adicional para diferenciarse del resto, sino que llegan a convertirse en una necesidad; y ese es el caso del reciente debut del CGI en las campañas publicitarias peruanas.
El CGI (de sus siglas en inglés “Computer Generated Imagery”) se utiliza para añadir seres virtuales a escenarios reales, o viceversa, la creación de mundos digitales, personajes animados y efectos visuales deslumbrantes. Esta tecnología fue aplicada por primera vez en el cine de los 60 ‘s, pero no fue hasta la década de los 80’ s en donde adquirió mayor popularidad y reconocimiento por parte del público con cintas como “Tron” y “El secreto de la pirámide” (U Tad, 2022).
En tiempos modernos, marcas de todo el mundo han decidido utilizar esta herramienta de manera innovadora para crear campañas publicitarias visualmente impactantes y buscar la tan ansiada viralidad en las redes sociales, llevando su narrativa a nuevos niveles de creatividad.
Por ejemplo, la marca Fenty Beauty anunció en redes sociales la llegada del popular Black Friday mediante un vídeo en el que inundaban las calles de cosméticos mediante CGI. Otro ejemplo es la cadena irlandesa de ropa Primark, quien usó la misma tecnología para darle la bienvenida a la temporada navideña, y lo hizo compartiendo un vídeo en el que se observan esferas gigantes salir de su tienda.
Por supuesto, nuestro país no podía ser la excepción y aquí hacemos un breve repaso de cada una de las campañas más emblemáticas utilizando esta tecnología:
La marca YAPE fue la pionera en implementar el CGI en la publicidad de nuestro país, y lo hizo colocando a un gigante Yapito (personaje de la marca) bailando en las calles del centro de Lima, junto a los transeúntes. Esta acción formó parte de su campaña “Más de lo que te Imaginas, Yape es todo”, buscando resaltar las funcionalidades de la plataforma, mostrándola como una “Súper App”. El vídeo fue un éxito en redes sociales, superando en Instagram las 40K reproducciones.
Otras marcas que aplicaron la misma tecnología para campañas en el Perú recientemente fueron; por ejemplo, Mercado Libre, quienes hicieron que drones sobrevuelen el Faro de Miraflores con cajas de productos; Listo, quienes por su campaña de San Valentín lograron que un vaso gigante de café vuele desde uno de sus establecimientos con globos de helio con mensajes románticos; Corona, dándole la bienvenida al verano colocando una hamaca gigante entre 2 edificios de la ciudad y más recientemente Artesco, aperturando su campaña escolar del regreso a clases mostrando una caja de plumones gigantes en el “Arco de la Amistad”, invitando a su público comentar en qué otras ciudades del Perú les gustaría recibir la visita de su producto.
Como dato curioso, cabe resaltar la estrategia aplicada por la marca Batimix de Gloria, quienes parodian este boom por las campañas de CGI con un vídeo en el que uno de sus productos aparece y asusta a los transeúntes: lo anecdótico es que intencionalmente no utilizan dicha tecnología, sino un videomontaje para causar gracia entre sus seguidores por la falta de realismo a la pieza.
En conclusión, podemos decir que el CGI es la tendencia del momento en el mundo publicitario, y es una herramienta que ha llegado para quedarse en nuestro país: evolucionando de una novedad disruptiva a una herramienta esencial para contar historias y conectar con el público de manera poderosa y duradera. Ahora el reto que tienen las marcas por delante es empezar a explorar nuevas estrategias que apliquen esta tecnología a sus propias campañas y que se sientan diferentes al resto.
La publicidad es una disciplina, por lo menos, retadora: requiere la capacidad de informar, sorprend
La publicidad es una disciplina, por lo menos, retadora: requiere la capacidad de informar, sorprend